Solo éramos gentes
del pueblo de Olite
Nuestra historia empieza mucho antes, pero se formalizó en 1913, cuando nosotros, amantes del vino, viticultores de tradición y vocación, vecinos de Olite, nos unimos en la Bodega Cosecheros, una cooperativa de pueblo en la que desde entonces trabajamos unidos.
Han pasado más de cien años desde aquel 4 de junio. Fundamos la bodega cooperativa varias decenas de familias, como las de Cándido Lus, Cecilio, Torres, Eustaquio Baztan, Romualdo García, Eusebio Martínez, José Jaurrieta, Leonardo Jaurrieta, Pedro Torres, Ambrosio Jimenez, Asterio (el católico), Julián Gabari, Pascual Luna, Canuto Viela, Eusebio Ortigosa y Francisco García.
La viña es nuestra
compañera de vida
Solo éramos gentes del pueblo de Olite unida con pasión para superar la gran crisis de la vid y el vino que provocó la llegada de la plaga de la filoxera, pero que estábamos convencidos de que aplicando las técnicas más modernas de la época y el modo empresarial más adecuado (unidos) llegaríamos hasta el siglo XXI y más allá como una bodega auténtica y genuina.
Enamorados de la tierra, la viña es nuestra compañera de vida. Conocemos dónde se adapta mejor y cómo produce en nuestros terruños como los de El Saso, La Sarda, Salve Regina o La Cascajera.
Trabajamos la viña con pasión, siempre atentos al cielo para mimarla y que nos dé los mejores frutos, en nuestro caso en forma de uvas tradicionales como la Garnacha Tinta o Blanca, la Tempranillo, la Graciano, La Viura, la Moscatel.
Cinco
generaciones
En cinco generaciones hemos conocido muchas vicisitudes, pero trabajando y sabiendo adaptarnos, hemos podido continuar nuestro camino. Mejoramos nuestras instalaciones para ponerlas a la última, incorporamos nuevos cosecheros de otros pueblos, ampliamos nuestras uvas con variedades como la Cabernet Sauvignon, la Chardonnay o la Sauvignon blanc.
Creemos que el camino y la entrega al vino, han merecido la pena para ofrecer nuestra manera de vivir, nuestra tierra, pasión y trabajo en forma de una copa de vino para todo aquel que quiera probar algo auténtico.